Como homenaje a Óscar Niemeyer, presentamos hoy el Pabellón de Brasil que se construyó con motivo de la Feria Mundial de Nueva York de 1939. Se trató de un proyecto conjunto entre Niemeyer y Lucio Costa.
La construcción constaba de un volumen en L sobre pilares, que
acompañaba la forma de una de las esquinas del plan urbanístico de la
feria. Si el lado externo del volumen elevado quedaba cerrado con un
muro ciego -correspondiente al área de exposiciones- y elementos
variados -oficinas y servicios sanitarios-, el lado interno era abierto,
con paños de vidrio hacia el patio interior, ocupado por un lago
artificial con irupés, típica planta amazónica.
La idea era que el visitante pasara primero por la planta elevada, donde
estaba la gran sala de exposiciones que le reservaba una gran sorpresa:
la rampa de acceso, larga y curva, invitaba a los transeúntes a
penetrar en tal espacio. En el interior del área de exposiciones de
doble altura había una entreplanta de formas sinuosas, y estructura de
pilares metálicos, que Niemeyer repitió en hormigón y con más esplendor
en el pabellón del parque de Ibirapuera (São Paulo, 1951). En la planta
baja, volúmenes aislados y paredes curvas -que albergan las áreas de
baile, el restaurante, la cocina y el mostrador de información- daban el
tono de libertad estructural, típico de la planta libre corbuseriana.
Vista exterior del Pabellón (foto: Arq16. Plataforma Arquitectura) |
Croquis (foto: Arq16. Plataforma Arquitectura) |
Interior (foto: Arq16. Plataforma Arquitectura) |
Interior (foto: Arq16. Plataforma Arquitectura) |
Exterior - Patio con estanque (foto: Arq16. Plataforma Arquitectura) |
Exterior (foto: Arq16. Plataforma Arquitectura) |
Planta 1 (foto: Plataforma Arquitectura) |
Planta 2 - Acceso (foto: Plataforma Arquitectura) |
Planta 3 (foto: Plataforma Arquitectura) |
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