El Edificio Chrysler, de estilo art-decó, está situado en el cruce de la Avenida Lexington con la calle 42 en Manhattan. Diseñado por el arquitecto William Van Alen, no llegó a ostentar el título de edificio por mucho tiempo (ya que al poco de finalizar, se concluyó el Empire State Building), pero sí se ha convertido en un icono de la ciudad de Nueva York y uno de los edificios más queridos por los neoyorkinos.
Foto: David Shankbone |
Con 319 m de altura y 77 plantas, fue construido por la Corporación Chrysler para albergar su sede. La empresa automovolística quería destacar en la creciente construcción de edificación en altura, convirtiéndose el edificio en el símbolo de la compañía.
Cabe decir que el promotor inmobiliario William H. Reynolds destacó antes de la construcción del edificio Chrysler por ser el impulsor y presidente de Dreamland (parque de atracciones situado en Coney Island a principios del S. XX). En Dreamland se encontraba una torre de observación de estructura metálica de 100 m de altura, desde la cual se podía observar la Isla de Manhattan. Fue entonces este proyecto el preludio o germen de lo que años más tarde se convertiría en el Edificio Chrysler con la misma filosofía: realizar una torre desde la que divisar la ciudad y convertirse además en un "faro".
Dada la incapacidad de hacer frente a los honorarios del arquitecto para tan valiente proyecto, dadas sus dimensiones, pone el proyecto en venta, comprándolo así el industrial automovilístico Walter Percy Chrysler en 1925. De este modo, Van Alen tenía un encargo a partir de ese momento: diseñar el edificio más alto del mundo.
Para cumplir con la Normativa Urbanística de 1916, se respetaron los retranqueos establecidos en función de la altura del edificio, surgiendo un edificio a modo de "zigurat". Como coronación, diseñó una cúpula como remate para superar en altura al edificio 40 de Wall Street. Este remate ha sido uno de los elementos más característicos junto con las esculturas de las águilas en las esquinas, que en numerosas ocasiones han aparecido en espacios publicitarios.
Foto: NYC-Architecture |
Dada la rapidez con que avanzaba la construcción del edificio rival en ostentar el récord de altura y la presión que ejercía la prensa y la sociedad neoyorkina, el arquitecto Van Allen propueso a Walter Chrysler rematar la cúpula de coronación con un pináculo de acero que estaría albergado en el interior durante su construcción, y una vez finalizado el edificio, lo montarían desde el interior de la estructura.
Fue entonces, el 23 de octubre de 1929 cuando se hizó el pináculo, provocando una gran espectación en toda la ciudad de Nueva York. Se convirtió así en un símbolo de su época marcado por la cúpula de acero inoxidable tan característica.
Este marial, utilizado en los vehículos de la compañía Chrysler, se utilizó igualmente en las esculturas que adornan las esquinas en forma de cabeza de águila.
Concluida su construcción, se inauguró el 27 de mayor de 1930, estando al 70% de su ocupación, lo cual es destacable dada la fecha en la que se concluyó.
Foto: NYC-Architecture |
En el interior de los vestíbulos, pasillos, así como en los ascensores, predomina una profusa decoración art-decó, junto con cerámica, elementos de acero inoxidable, revestimientos de madera, y luminarias que nos recuerdan en parte a los huecos del Palacio Stoclet.
Foto: NYC-Architecture |
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La historia menos agradable del proyecto fue el incumplimiento del pago de los honorarios, por parte de Chrysler, a Van Alen; ya que se pensaba que había cobrado comisiones de las constructoras y no había contrato firmado por escrito. No obstante, se llegó a un acuerdo, pero Van Allen puso en peligro su carrera profesional al denunciar al empresario
Fallecido Walter Chrysler en la década de los años 40 del siglo pasado, la familiar Chrylser decidió en 1953 vender el edificio, y en la década de los años 70 el "Club de las Nubes", el cual se trataba de un selecto club privado que albergaba a la élite de la ciudad en aquella época en una de las últimas plantas del edificio (en la cúpula de coronación). Al quedarse sin socios y sin uso, desapareció.
Foto: NYC-Architecture |
Fue entonces, cuando en 1976 y gracias a una reforma fiscal, el edificio comenzó una restauración en 1979 del vestíbulo de acceso. Tuvieron que pasar 9 años (en 1988), cuando el actual propietario Tisham Speyer Properties financión la restauración íntegra del edificio, prologándose los trabajos hasta 1992.
Foto: NYC-Architecture |
A continuación, los siguientes vídeos muestran la historia de la construcción de este edificio tan emblemático en la ciudad de Nueva York:
Vídeo: bryson217