Este edificio de 70 plantas y 283 m de altura, situado en el número 40 de Wall Street, fue diseñado por H. Craig Severance junto con Yasuo Matsui (como arquitecto asociado) y Shreve & Lamb como arquitectos consultores del proyecto. En una carrera por construir el edificio más alto del mundo, fue levantado en menos de un año, desbancando así al Edificio Woolworth (construido 10 años antes), ostentando dicho título por poco tiempo ya que ese mismo año finalizó la construcción del Edificio Chrysler.
El edificio sigue las directrices marcadas por las Ordenanzas de 1916 de alineaciones, en las que a medida que ascendemos en altura, el edificio debe retranquearse para permitir la entrada de luz y ventilación a nivel de la calle.
Cabe decir que el edificio se llamó originalmente The Bank of Manhattan Trust Building.
Tras la renovación ejecutada en 1996 por Donald Trump, pasó a llamarse Edificio Trump. El Trump Building fue designado como símbolo de la ciudad por la Comisión de Preservación de Símbolos de la Ciudad de Nueva York.
Cuando Donald Trump compró el edificio, tuvo la intención de convertir la mitad superior de éste en uso residencial, dejando la mitad inferior para albergar oficinas. Sin embargo, hoy en día funciona como espacio de oficinas en su totalidad. Trump compró el edificio por sólamente 8 millones de dólares en 1995 antes de hacerle costosas reformas. Posteriormente intentó venderlo en 2003 ofertándolo por más de 300 millones de dólares. Sin embargo, tales ofertas no se llegaron a materializar y Trump conserva el control del edificio.
Destacan también las planchas de cobre utilizadas como elemento de cubricción en el pináculo que corona el edificio como remate.
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